Que un pueblo, ciudad o territorio prospere puede deberse a múltiples circunstancias, pero de entre todas las posibles hay una que es la más poderosa: ser un lugar atractivo donde vivir. Y aquí reside la mayor dificultad de Cervera, su gran contradicción, el gran obstáculo que tapona cualquier salida. Es verdad que nuestro territorio es muy hermoso, como también lo son nuestros pueblos, incluso la villa de Cervera es hermosa, aún con todos los fallos y carencias urbanísticas que tiene…pero Cervera huele a rancio, éste es el problema. ¡Tántos años de caciquismo, de sumisión inquebrantable al poder establecido, han dejado su poso a lo largo de los años y eso lo nota enseguida quien viene a vivir a Cervera. Un comentario en este blog lo explica bastante bien:
“Me alegra que este blog tenga movimiento, que en Cervera haya movimiento. Movimiento a las claras, sin tramas de tapadillo, con gente que esté dispuesta a hacer cosas por los demás, por TODOS los demás, quiero decir y no por todos los demás de mi partido, de mi familia o de mis amigos. Y me gusta sobre todo porque resulta esperanzador. Porque en Cervera hay demasiadas cosas -y ésto es un comentario particular de alguien que ha vivido en Cervera no poco tiempo- que ya olían a rancio, a ese caciquismo autóctono que al final te quita las ganas de seguir viviendo en el lugar en el que has puesto buena parte de tus ilusiones y en el que has invertido tiempo y considerables esfuerzos por integrarte, por ser sencillamente uno más, IGUAL a todos los demás. Me alegra, de verdad, gracias por la iniciativa!! Un saludo”.
Cervera resulta atractiva para ser visitada, pero no para vivir. Cervera tiene una inercia de conservadurismo a ultranza, que la perjudica notablemente. Esa cultura de sumisión al poder, esa ideología de que sólo se saca algo si se está con los que mandan, con los que tienen el dinero, es una cultura muy implantada aquí por los sucesivos caciques locales, colocados aquí por la oligarquía política instalada en la Diputación y en la Junta. Es una cultura nefasta, heredada de pretéritos tiempos a olvidar, que en muchos momentos hace irrespirable la atmósfera. Esa poca gente residual, lacaya del poder, que utiliza la palabra comunista como un insulto, esa gente que espera agazapada a que peguemos los carteles de IU para arrancarlos enseguida, esa gente intolerante, le hace mucho daño a Cervera.
Somos un pueblo de buena gente, pero sumisa y conservadora. Un pueblo es atractivo para las empresas si éstas tienen un entorno social y económico donde desarrollarse adecuadamente. Y éste entorno se construye con un ambiente de tolerancia y dinamismo, de confianza y alegría, creando una atmósfera agradable para la convivencia, erradicando los favoritismos, practicando una democracia incluyente, donde toda la ciudadanía se sienta representada y nadie se sienta excluido, sea nacido aquí o no. A partir de ahí, contando con todos, con el impulso y la creatividad de la gente joven, con la sabiduría y la experiencia de la gente mayor, es posible construir el buen clima social que resulta imprescindible para prosperar como comunidad.
Esto es lo que pretendemos aportar desde el colectivo Súmate, con el apoyo de la gente abierta y progresista de Cervera, ¡aire fresco!, de democracia, de tolerancia y de modernidad. Los resultados electorales nos importan menos.
Fernando García,
Portavoz del Colectivo Súmate-IU
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